Estoy segura que vuestras abuelas, tíos y demás familia ya ha empezado a preguntaros que queréis que este año os traigan en sus casas los Reyes Magos, y es que aunque ya sepamos el secreto de la eficacia de los Reyes, nos sigue haciendo tanta ilusión o más.
El olor a invierno cuando te vas con tu gorrito de compras navideñas y desearías ser millonaria para poder comprar absolutamente todo.
Los colores que tiñen los escaparates, la luz de la noche que nos acecha ya a las seis de la tarde y que las luces navideñas hacen que no nos importe ver el sol durante poco tiempo porque ellas las disfrazan de magia.
Porque la navidad empieza cuando el calvo de la Loteria Nacional aparecía para regalarnos su magia en los anuncios, que sí, que ya lo sé, que nos lo han cambiado, que posiblemente Jack el Rey del Mal lo haya secuestrado y nos lo cambió por la Gran Monserrat Caballé, Raphael que no era suficiente con verlo en los especiales de Navidad, Marta Sánchez, Niña Partori y Bustamente, pero no deja de ser la Loteria...
Hay que darle la bienvenida a la Navidad, a las noches comiendo como si no hubiera mañana para luego poder comer lo que sobre al día siguiente como si nada hubiera pasado la noche anterior y como si no fuésemos a salir rodando de nuestras habitaciones cuando el 6 de enero llegue y nos pongamos a abrir los regalos.
El chocolate con churros que nos da ese calorcito dentro de una cafetería mientras ves como los de ahí afuera, en la calle se están helando y retrasas como sea el momento en que otro en otra cafetería te vea a tí congelarte y quedar como un pingüino yendo a tu casa.
Porque la Navidad está para disfrutarla, para enfundarse los guantes, los gorritos con orejas y las bufandas enormes que nos regala Zara y salir a la caza de los mejores regalos para nuestra familia y amigos.
Y de esta forma te queremos decir:
¡BIENVENIDA NAVIDAD!
-Mira hacia adelante y disfruta-
Talla 38
-Mira hacia adelante y disfruta-
Talla 38