Huele a Navidad

Bienvenidos al colorido y fantástico mundo de las Navidades (¡Vivaaaa!), las odio, no puedo con tanta lucecita y tanto villancico, tanto gorro de Papá Noel y tanto paje mal maquillado de negro... Lo que sí que me gusta de estas fechas tan... "festivas"... son los anuncios, es que no puedo, me enamoran, los veo y me pongo con un afán de comprar hasta la última chorrada que se me sube hasta el autoestima.

No me refiero a esos anuncios de Playmobil ni de Barbie, no, voy más allá, a esos anuncios dirigidos a nosotros, que nos gustan, que nos llegan, los de las colonias, porque me negaréis vosotros que no llevan detrás un trabajo de estilismo que riéte tú de Tyra Banks, que ahí han intervenido más diseñadores y estilistas que en un capítulo de Sexo en Nueva York.

Uno de mis anuncios preferidos es el de 1 million de Paco Rabanne, porque demuestra una juventud positiva, que todo lo tiene en la mano, que con un simple clic logra lo que quiere y que se cree superior, lo que viene siendo una alta sociedad, vamos, porque con un simple blanco y negro logran transmitirle ese toque de autosuficiencia tan común en estas fiestas.

El siguiente anuncio se corresponde a la nueva fragancia Manifesto de Yves Saint Laurent, que demuestra que la sencillez y el buen gusto van de la mano de diseños exquisitos y lecturas entre líneas, que probablemente sea un anuncio extraño y sin relación navideña, pero es que es tan bonito que no podía obviarlo.

Aquí llega el anuncio del siglo, de estos que ves y te quedas como: ajammmm... Es el de 212 VIP de Carolina Herrera New York, es ese anuncio, en blanco y negro, donde sale un JK sumido en el colocón de la noche, con un caballo pintado y con gente extraña que lo rodea, hablando de lo que es VIP y lo que no lo es, y que por mucho que mires no comprendes, no se sabe qué pasó en la sala de publicidad de CH pero seguro que no fue nada bueno.

Valentina de Valentino es un anuncio que tiene un nosequé que lo hace especial, quizá sea la sonrisa recatada de la modelo, que al final de recatada no tiene nada, pero hay algo que tú lo ves y dices, obvio, navideño (¿¿¿???).

Ahora, que para anuncios sencillos y bonitos podemos hablar de Giorgio Armani con sus Aqua di Gio y Aqua di Gioia, porque esos ojos azules y esos cuerpos torneados cortan la respiración a cualquiera que los mire más de diez segundos, porque de verdad, si es Photoshop enhorabuena al que lo hizo, porque ha logrado que se recuerde el anuncio.

Y para terminar hablemos de Gucci Première, con esa Blake Lively que da hipo, que se pasea enfundada en un vestido dorado sin prisas, con uno negro por el desierto, con la mirada perdida en la noche de la ciudad, demostrándonos que cierta parte del lujo puede estar a nuestro alcance.

Y vosotros, ¿con cuál os quedáis?

"Despierta talla 38"

Llámame Nigel