Tras un espectacular baño de
espuma, tras la estupenda película de llorera de la tres en un típico domingo
de sofá, manta y termo de té, café o colacao, te das cuenta de que tus
vacaciones se acaban, de que hoy es domingo mañana comentan que es lunes y que
la señal que ponía “YOU ARE NOW ENTERING IN A STRESS FREE ZONE” en la entrada
del verano, está más lejos que nunca.
Te das cuenta de que los días de
levantarse a las 1.30 pm se cambian por un despertador que suena a las 7 am y
te encuentras adormilada, frente a tu armario sin saber muy bien lo que estas
viendo y lo único que te apetece llevar puesto es tu pijama y como abrigo las
sábanas de tu cama, pero debes vestirte y en el mejor de los casos coges unos
vaqueros ajustados, una camisa o camiseta, según te veas de despierta para
poder abrocharte los botones de la camisa y no parecer un niño de 3 años, te
pones luego tus converse, francesitas o princesitas, según queráis llamarlo y
sales pitando de tu habitación a desayunar rápido porque de pronto son las 7.45
y el autobús que te lleva a la universidad sale a las 8.10 pero tienes que
estar 10 minutos antes por si acaso le da por pasar antes de tiempo.
Te das cuenta también de que
algunos de tus amigos tienen la suerte de tener los exámenes en septiembre y
entonces son ellos los que acaban de entrar en esa parte de STRESS FREE ZONE! Que
ellos aún pueden tener uno de esos días de cena, cañas y a las dos como mucho
en casa y se acaba convirtiendo en una noche loca, de esas que se te van de las
manos, a las tantas en una discoteca local, sin remordimientos.
Entonces intentas disfrutar del
último día de vacaciones con un poco de remoloneo en la cama, en tu sofá…ultimas
lo que te queda por hacer para empezar a clase, como por ejemplo descargarte el
horario de autobuses, que nunca viene mal…
Además te depilas las cejas para
no llegar a clase como si fueras Blas en el mejor momento de Barrio Sésamo, te
duchas y te subes al coche para ir a casa de tus abuelos a cenar una fabulosa
tortilla de patata de tu abuela, la banda sonora del momento es Adele y
mientras llegas y vas recordando ese viaje a Madrid con una de las personas
más importantes de tu vida, esos días que estuvo y conociste a una persona que
pronto se convertiría en alguien que parece que conoces de toda la vida, ese
fin de semana en familia, esas bajadas en canoa de ríos que parecía que no
tenían fin con tus amigos, de esas estupendas fiestas con la familia de tu
novio, entonces la canción de Adele se acaba, llegas a destino y antes de ir a
casa de tus abuelos haces una pequeña cosa, ves a tu novio para tomar el que será
el último café del verano, porque el de mañana será el primer café del
invierno, de las noches sin dormir y no precisamente por ir de fiesta.
Y tras una de las mejores cenas
del verano, te vas a la cama y pones “Chocolate” de “The script”.

"Despierta talla 38".
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