sábado, 23 de marzo de 2013

Colorea tu espíritu


Queridos míos ya está aquí la primavera, luchando contra las nubes y las lluvias, haciendo que reflexionemos sobre lo que significa este cambio de estación, observando que los días se hacen más largos, que el sol comienza a brillar con un poco más de intensidad, que nuestros ojos comienzan a cubrirse ante su luz antes de que el cielo se desgarre y comiencen a caer lágrimas de ángeles sobre nosotros.

Bienvenidos a la época de las flores, de la alergia, de la lucha entre los colores del Arco Iris y de las flores de los jardines, que comienzan a mostrarnos su esplendor, haciéndonos conscientes de la lucha interna que han llevado a cabo durante todo el invierno para que nosotros seamos capaces de valorarlas, de acercarlas a nuestra nariz y aspirar su aroma, para que podamos cogerlas y prendérselas en el pelo a esa chica de ojos profundos que te saluda cada mañana.

Llegan las noches calurosas, los pijamas de seda, adios al tartán, saludamos todos juntos al sol comenzando a tirarnos en el césped verde, comenzando a despuntar al buen tiempo, saludando a unas lunas más apetecibles, con noches en las que observamos las estrellas, soñando con alcanzarlas, pero sabiendo que no somos más que una mota de polvo en el universo...

Pero de repente se rompe el hechizo, la lluvia comienza a caer y en ese momento nos resguardamos, volvemos a la soledad del invierno, nos escondemos en nuestros paragüas y libramos esa batalla contra el agua, una batalla perdida en la que sólo parecen triunfadores aquellos que se hacen fotos Tumblr besándose con la lluvia empapando sus rostros y bajo la luz de una farola.

Aunque siempre vuelve a amanecer y el sol brilla de nuevo, nos olvidamos de los grises y los marrones y comenzamos a sacar a pasear colores atrevidos, llegan los pasteles, los tés a media tarde en una cafetería encantadora en el centro de Gijón, comienzan los paseos nocturnos y las carreras en las medias, se desperezan algunas manoletinas, bostezan al amanecer las camisas más finas, las botas y botines cierran los ojos y se llevan a su descanso a los calcetines de lana, suenan canciones más alegres, olvidamos la música invernal, alguna sandalia hace una aparición estelar para relegarse al olvido otro par de meses, pero siempre el cuero te dará los buenos días, porque queridos míos, es primavera, y aunque esto no lo diga El Corte Inglés, hay que abrir los ojos y llenar nuestro espíritu de su alegría y color.



"Despierta Talla 38"

Llámame Nigel

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