De vuelta a la realidad y a la locura del día a día, agobiándose uno porque tiene cosas que hacer y desesperándose porque sus niños son unos catetos, pues vuelve Nigel. Bonito día el de hoy, luciendo labios agrietados y nuevo corte de pelo empezamos la semana, entre baño y baño de vaselina y en busca de una nueva forma de dormir que no haga que me muera de la tos pues uno reflexiona acerca del cortejo de la gamba afgana en su ciclo de celo bianual, a no, es que me lio, con esto de que ahora los gatos de escayola están en el poder de mi aula de la universidad y que ahora se estilan los sujetapapeles de chipichapa pues uno se desconcentra y no escribe.

La peletería es el colmo de la modernidad, sé que muchos me querréis matar, y mira que yo soy proWFF, pero donde esté un buen abrigo de cuero, de pelo, de animalillo que antes corría por el bosque y ahora corre por la jungla urbana, pues que se quiten las cazadoras acolchadas esas sin oficio ni beneficio, que se quiten los plumas antiestéticos y que no se quiten las gabardinas porque si no perderíamos glamour, y todos nosotros sabemos que nosotros, gente con estilo, sudamos purpurina.
"Despierta talla 38"
Llámame Nigel
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